Al final y, después de darle mil vueltas, en el último momento decidimos que sí, que nos lo llevábamos para que conociera a sus primos y pasara un fin de semana en familia. Prácticamente no hacemos nada y el peque se merece poder disfrutar de su familia.
Como siempre que hay un cambio de rutinas, el primer día fue HORRIBLE en cuanto a comportamiento. Parece que le inyectan energía a granel porque NO para un segundo. Se pone super nervioso, irritable, pegón, gritón.... en fin, insoportable. Eso a nosotros nos provoca un estrés y un malestar enormes, pero al final todo se calma y vuelve a su "hiperactividad" normal. ;)
Ha disfrutado muchísimo. Ha jugado, ha corrido, ha saltado, ha abrazado, ha dado besos a diestro y siniestro, se ha relacionado con todos (éramos casi 30 personas). Estamos muy contentos de haberlo hecho y esta es una pequeña muestra:
Ah!!! FAMILIA, muchas gracias por el detallazo que tuvisteis. Sois geniales. ;)