Seguidores

miércoles, 27 de marzo de 2013

Maldita impotencia

Una de las cosas que peor llevo en esta vida, es la impotencia. El no saber qué hacer para que mi hijo se cure. El no poder hacer nada cuando está sufriendo una convulsión, más que rezar y pedir que sea corta.

Hoy ha sido uno de esos días que no tendrían que haber existido. Un día horrible por el que nadie tendría que pasar. Un día que ningún niño debería sufrir. Sé que hay casos peores, sé que normalmente tendría que dar gracias por cómo está mi hijo.... pero hoy siento tristeza porque veo a mi hijo sufrir, impotencia porque no hay nada que yo pueda hacer para que mi chico esté a salvo.

Esta tarde estábamos comprando y a la hora de salir del hipermercado, Martí se ha quedado parado, con la mirada fija y los ojos vueltos hacia arriba. No se ha caído, sólo se ha quedado de pie mirando a algún sitio que sólo él sabe.

Antonio lo ha cogido en brazos y ha empezado un caos, nervios, desconcierto.... no recuerdo que nunca haya sufrido una crisis así. No reaccionaba a ningún estímulo, no me miraba, no me oía, sólo tenía los ojos girados hacia arriba, el cuello rígido y su cuerpecito sin fuerza.

Iban pasando los minutos y Martí no reaccionaba. Le he puesto la medicación de emergencia que, normalmente funciona enseguida y.... nada, no pasaba nada, seguía igual. Sin oírme, sin mirarme, sin reaccionar. A los 10 minutos ha empezado a ponerse cianótico (morado) y ha entrado, según nos ha la policia que nos estaba acompañando, en parada cardiorespiratoria. Al final, después de 15 eternos minutos, mi hijo ha empezado a reaccionar. Se ha quedado post-crítico. En ese momento ha llegado la ambulancia y les oía decir que no respondía a estímulos..... Joder, qué nervios!!! han llamado a una ambulancia medicalizada y al final lo han llevado al hospital de Tarragona.

Se quedará toda la noche en observación. Como siempre, Antonio se queda con él en el hospital y yo me vengo a casa a preparar las cosas para mañana y a pasar una noche horrible.

Muchísimas gracias a Luismi que es nuestro ángel de la guarda, a los empleados del AKI de Roda de Barà, a la pareja de policias que ha estado con nosotros atendiendo a Martí, a los clientes que nos han estado ayudando y a los sanitarios del SEM.

Qué momentos tan terribles en los que  no sabes qué va a pasar con tu hijo y en los que eres incapaz de hacer nada para salvarle la vida.

Sólo pido que algún día esta maldita enfermedad pueda curarse y que nuestr@s hij@s puedan hacer una vida normal.

GRACIAS por estar ahí. GRACIAS por el consuelo, el apoyo y el cariño incondicional que nos tenéis. GRACIAS por ayudarnos a encontrar la cura de este maldito Síndrome. GRACIAS por querer a mi hijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.